Mexicanos
en GL. 2025
Terminó la temporada regular de Grandes Ligas y es
hora de hacer el balance final para el contingente mexicano. Posiblemente nada
lo ejemplifique mejor que el hecho inédito de que cinco beisbolistas hayan sido
convocados al Juego de Estrellas: Alejandro Kirk, Andrés Muñoz, Jonathan
Aranda, Isaac Paredes y Randy Arozarena. El problema es que, más allá de esos
cinco estelares -a quienes habría que agregar a Jarren Durán- no hubo demasiado
de qué presumir. En particular, esta temporada fue atípica en el sentido de que
no hubo un solo abridor mexicano constante. Si lo vemos con la perspectiva del
inminente Clásico Mundial, encontraremos un line-up más que decente, tal vez el
mejor de la historia, pero con un problema en la rotación de pitcheo, que, o se
resuelve mediante la incorporación de varios paisanos nacidos en EU, o mediante
la estrategia de juegos de bullpen (donde también habría más de dos paisanos).
La buena nueva de septiembre al respecto, es que Javier Assad está tirando como
de costumbre, y eso es un alivio.
Como cada entrega, va un resumen de la actuación de
los peloteros nacionales, clasificada de acuerdo a su desempeño en la
temporada.
Andrés Muñoz cumplió con el
mejor año de su carrera y tuvo un papel decisivo en la conquista del título
divisional por los Marineros de Seattle. El Plebe de los Mochis perdió un juego
en septiembre, pero a cambió consiguió seis rescates. Su marca del año, 3
partidos ganados, 3 perdidos, 38 juegos salvados (la cifra más alta de su
carrera en MLB), PCL 1.63 (el número de carreras limpias que admite por 9
entradas lanzadas) y 83 ponches en 62 innings de labor. Los rivales le batearon
apenas para .167. Tendrá que mantener la calidad en postemporada.
Randy Arozarena ha ya demostrado muchas cosas. Que tiene poder y velocidad, aunque su
bat no haga mucho contacto. Que tiene guante, pimienta y carisma. El jardinero
de los Marineros de Seattle bateó para .238 en el año, con 27 vuelacercas y 76
carreras producidas. Además, estafó 31 bases. Su OPS, de .760, lo coloca entre
los toleteros peligrosos. A cambio, se ponchó nada más 191 veces, el máximo en
su carrera.
Jarren Durán no tuvo un año tan
espectacular como 2024, pero sí estuvo a niveles de estrella. El jardinero de
los Medias Rojas bateó para .256, con 16 cuadrangulares, 84 carreras empujadas,
24 robos de base y OPS de .774. Fue quien bateó más triples en la Liga
Americana: 13.
Jonathan Aranda estuvo casi dos
meses completos en la lista de lesionados por una fractura en la muñeca y no
regresó a la alineación de Tampa Bay sino hasta la última serie de la
temporada. En los cuatro meses que jugó brilló de manera inimaginable (salvo en
sueños) con el bate. En su breve regreso, se dedicó a pegar jonrones y seguir
produciendo. Su ausencia temporal es algo que resintieron las Rayas. Sus
números: .316 de bateo, .882 de OPS, 14 cuadrangulares, 22 dobletes y 59
carreras producidas. Eso sí, no lo manden a robar bases.
Alejandro Kirk tuvo una
baja en el bateo durante septiembre, pero se guardó la pólvora para el juego
que definiría al campeón de la división Este de la Liga Americana y entonces
pegó dos jonrones (uno con la casa llena) para asegurar victoria y título de
los Azulejos. Con el bate hizo estos números: .282, 15 vuelacercas, 76
producidas, OPS de .769 y un milagroso robo de base. Con el guante y el brazo,
el Capitán Kirk se apunta como candidato al Guante de Oro como receptor en la
Liga Americana.
Isaac Paredes, como Aranda, se
pasó dos meses fuera del campo, por una lesión en el tendón de la corva.
Regresó la última semana para tratar de ayudar a los desesperados Astros, que
tenían hospital en vez de equipo. Paredes pegó cuadrangular, pero Houston se
quedó en la orilla. Números finales del sonorense:.254 de promedio, 20
vuelacercas, 15 dobletes, un triple, 53 producidas y un muy buen OPS de .810. Tampoco
manden a correr al de la H.
Jojo Romero terminó la campaña
como cerrador de los Cardenales de San Luis, habiendo sido preparador de cierre
durante la mayor parte de la temporada. El zurdo terminó con 4 ganados y 6 perdidos,
muy buena efectividad de 2.07, 8 salvamentos, 24 holds y 55 ponches.
Brennan Bernardino tuvo
campaña de altibajos, con más momentos en la cima que en el abismo, y terminó
en la lista de lesionados. Números del zurdo de Medias Rojas: 4-3, PCL de 3.14,
43 chocolates, 2 holds y un juego salvado.
Javier Assad está de regreso,
buenas nuevas. Estuvo cuatro meses fuera por lesiones diversas. El derecho
tijuanense tuvo siete aperturas para los Cachorros en la temporada, más una actuación
en el relevo largo. En septiembre ganó 3 juegos, para terminar con marca de 4-1,
3.65 de carreras limpias y 23 ponches. Ha ido de menos a más, mostrando que es
buena opción, tanto para México como para los Cubs en la parte dura de los
playoffs.
Manuel Rodríguez se sometió
a la operación Tommy John, por lo que cortó de manera tempranera su año en la
MLB, y tampoco podrá jugar el Clásico Mundial para México. El Bolón termina
con marca de 1-2, PCL de 2.05, 11 holds y 25 sopitas de caldo de pichón
servidas a los rivales.
Rowdy Téllez empezó flojo,
pero fue mejorando, sobre todo a partir de su cambio a los los Rangers de Texas
luego de haber sido descartado por los Marineros. Bateó apenas para .228, pero
con 17 vuelacercas y 49 carreras producidas, lo que se traduce en un OPS por
encima de la media: .719. También logró la hazaña de robarse una base.
Ramón Urías al final no fue
beneficiado con más innings de trabajo con su pase a Houston y como que su bate
se deprimió. Su guante sigue siendo una maravilla. En 2025 bateó para .241, 11
jonrones, 44 empujadas, dos colchonetas estafadas y OPS debajito de la media: .676.
Alek Thomas, jardinero central
de los Diamondbacks de Arizona, gran defensivo, bateador regularcito, terminó
con los siguientes números: .249, 9 jonrones, 38 remolcadas y 6 robos de base, OPS
de .659.
Taijuan Walker tuvo 21
aperturas en el año, aunque no solían durar mucho, y 13 apariciones como
relevista. Su pitcheo ya no destaca, pero tiene la suficiente calidad como para
seguir siendo útil para los Filis. Su marca: 5-8, 4.08 de efectividad, con WHIP
bastante alto, de 1.41, 2 holds, un salvamento y 86 ponches.
Valente Bellozo, relevo
largo de los Marlines de Miami, abrió 9 juegos para los Marlines, a cambio de
26 apariciones desde el bullpen, a donde fue trasladado en 2025. Bien por lo
general, pero nunca espectacular. El cachanilla acabó con 1 ganado, 4 perdidos,
un hold, PCL de 4.65 y 54 pasados por los strikes. Un pitcher un poquitín
por debajo de la media ligamayorista.
Luis Urías tuvo momentos
buenos, pero en general bateó por debajo de lo esperado. Empezó con los
Atléticos, y pasó a los Cerveceros, que no lo subieron al equipo grande. Numeritos:
.230, con 8 vuelacercas, 25 producidas; OPS
de .653 y 2 colchonetas estafadas.
Marcelo Meyer, infielder de los
Medias Rojas, llegó a la titularidad, pero tuvo que ser operado en la muñeca. El
novato de quien se espera mucho volverá en primavera, pero está en duda su
participación en el Clásico Mundial. Concluye su temporada de debut con .228 de
promedio, .674 de OPS 4 jonrones y 10 carreras
producidas.
Alejandro Osuna se tardó un buen
rato en descifrar el pitcheo en la Gran Carpa, pero en septiembre lo hizo,
bateando para .297, Su actuación en el último mes maquilló lo malo de su bateo
en los primeros meses. Bien a la defensa. El sinaloense bateó para .212 de
promedio, 2 cuadrangulares, 15 producidas, 5 robos de base y un OPS de .591.
Alex Verdugo tuvo otro año a la
baja. Sustituyó a Ronald Acuña Jr. mientras éste se recuperaba de una lesión,
pero no bateó lo suficiente como para que los Bravos de Atlanta se quedaran con
él: .239, 12 producidas, cero jonrones, OPS de .585 y un futuro incierto en las
Mayores para el Dugie.
Alan Rangel fue invitado a cuatro
tazas de café con los Filis, para luego volver a AAA por la puerta giratoria.
Números del sonorense: 0-0, 2.45 de efectividad, 8 ponches y un salvamento.
Omar Cruz inició con los
Padres, pero lo bajaron pronto a AAA. El tijuanense se quedó con sus números de
abril: 4.91 de limpias y 5 ponches.
Austin Barnes firmó contrato de
ligas menores con San Francisco, luego de haber sido dejado libre por los
Dodgers, pero no lo subieron. Es probable que se retire. Números con los Dodgers: .214, con 2
producidas y .519 de OPS.
César Salazar estuvo otro ratito
con Houston en septiembre, hasta que los Astros decidieron que no iban a tener
a tres receptores en el roster. Sólo tuvo 13 turnos oficiales al bat. Terminó
con .231 y una carrera impulsada. Como pitcher emergente, una entrada en ceros.
José Urquidy regresó por fin, un
año después de haberse sometido a una cirugía Tommy John. Detroit pensó que
podría utilizarlo en el relevo, sobre todo en postemporada, cuando el mazatleco
se suele crecer. En su primera aparición lanzó 1 entrada y dos tercios en
blanco. En la segunda, le metieron dos carreras en un inning. Efectividad de 7.71.
Es dudoso, pero no imposible, que los Tigres lo utilicen en los playoffs. Lo
mismo sucede con su dudosa, pero no imposible, participación en el Clásico
Mundial.
Alan Trejo bateó para .175, en
el tiempo que el campocorto estuvo con los Rockies de Colorado; una carrera producida
y 2 anotadas.
Tirso Ornelas pegó un hit en
las Mayores, en 14 turnos oficiales. .071, una carrera producida. Los Padres esperarán
a que madure más como pelotero.